Dora Good es una ceramista afincada en Deia, un pequeño pueblo de la Tramontana en la isla de Mallorca.
Realiza piezas únicas, todo el proceso es manual.
Todas sus piezas están elaboradas con arcillas de gres y acabadas con esmaltes de alta combustión o técnicas primitivas, como la cocción negra.
La inspiración para sus diseños proviene de su entorno; Su trabajo es una búsqueda para expresar el equilibrio de la naturaleza, de la perfección imperfecta.
Encuentro todo el proceso de transformación de la tierra en un objeto de belleza, ya sea ornamental o funcional, completamente cautivador.